diumenge, 2 de juny del 2013

Con dos botas blancas,
y un sombrero a juego,
en el mundo de locos
le llamaban el cazador.

El cazaba por la noche,
por el día lloraba su don,
de intentar bajar la luna,
disparando balas de color

La luna era su musa,
las dos caras de su obsesión,
en el manicomio era el loco,
le llamaban el cazador.

Y todas las noches la miraba,
como la podré bajar yo?
La más bonita de todas las lunas,
el trofeo más grande para un viejo cazador.