divendres, 27 de setembre del 2013

No quedan rincones, ni lunas, ni farolas.
No quedan gotas de lluvia,
no quedan vasos vacios,
lámparas rotas, ni domingos alegres.

No quedan sonrisas despues de la primera calada,
no quedan versos, secos, dentro de mi.
No quedan paredes, ni ventanas, para salir.

Nada queda sino yo,
vacío como la carcel en la que me encuentro.
Nada queda, ni siquiera yo,
intenté quererme y fallaron los argumentos.

No quedan drogas, no quedan hoteles,
no quedan fiestas, ni lujo, ni dinero,
no quedan besos, no quedan amigos,
no quedan musas dispuestas a bailar conmigo.

Y si queda algo, no lo quiero.
Y si queda alguien, no le quiero.
Y si queda algo, que se vaya.
Y si queda alguien que me entienda...
si existe alguien capaz de comprenderme,
todavía no estoy preparado para hablarle.
Pues no me entiendo ni yo.



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada